Ibiza se caracteriza por su clima agradable durante todo el año, con sol y temperaturas que suelen ser moderadas. En febrero tiene lugar la floración de los almenados, que llenan la isla con su flor blanca, especialmente en el valle de Santa Inés. En primavera la isla es un auténtico espectáculo de luz y color, con una naturaleza emergente y desbordante que llena todos los sentidos. La multitud de colinas, valles y planicies crean un continuo ecológico de impactante belleza y gran diversidad paisajística, donde el encanto de lo agreste se mezcla con la autenticidad de los paisajes creados por el campesino durante siglos. Lo que más sorprende al viajante de Ibiza es su verdor y la exuberancia de sus montañas y su campo. El Parque Natural de las Salinas es una de las zonas con mayor índice de biodiversidad. La cordillera de es Amunts, al norte de la isla, Cala d’Hort y los llanos de Santa Inés y San Mateo son otros espacios de incalculable valor ecológico y visual. El pino es el árbol mayoritario de la isla, aunque también crecen la sabina, el olivo y la encina, algunos ejemplares de los cuales son centenarios. En cuanto a los árboles de cultivo, predominan los almenados, los algarrobos, los olivos y las higueras, especies que se han adaptado al clima isleño y que ya forman parte indisociable del pasaje ibicenco. En cuanto a las flores, predominan margaritas, amapolas, pequeñas orquídeas y muchas flores silvestres.

Turismo en Ibiza, no solo fiesta, sol y playa . . . .
abril 6, 2023